domingo, 27 de febrero de 2011

Discusión en la radio: Lo que se gritó en Asencio.

Detalle del cuadro que está en el museo histórico de Ciudad vieja.
Recordemos brevemente lo que fue el Grito de Asencio. El 28 de febrero de 1811 se había producido en la Banda Oriental el primer movimiento organizado por el pueblo para apoyar a la revolución, conocido históricamente como el "Grito de Asencio". Un grupo de cien gauchos acaudillados por Venancio Benavidez y Pedro José Viera se reunieron en las proximidades del arroyo Asencio y proclamaron su decisión de luchar contra los realistas, tomando las poblaciones de Mercedes y Soriano. En breve llegaría Artigas desde Buenos Aires con tropas y delegado por Belgrano para luchar contra los Realistas de Montevideo.



La semana previa a la conmemoración de los 200 años del Grito de Asencio, se realizó en radio EL ESPECTADOR una acalorada discusión con personalidades destacadas de la cultura uruguaya. Para que usted vea lo controversial de los enunciados que algunos de ellos expusieron, basta con ver los mensajes de la audiencia: 


"A mi me criaron en lo glorioso del Grito de Asencio, ahora acabo de enterarme del desastre que fue..."


"Con el criterio de Maggi no tendría que celebrarse la Revolución Francesa"


"... por favor respeten lo que el pueblo de Soriano ha sentido en estos dos siglos"



















Y la respuesta de los oyentes no era para menos... Carlos Maggi (recordemos en obras anteriores su estilo de generar discusiones a partir de la vida de Artigas) comienza la discusión diciendo: 


"No hay principio para el Grito de Asencio, me parece a mi una fecha muy deslucida. El Grito de Asencio fue acompañado por una serie de saqueos para los vecinos de las poblaciones que tomaban los libertadores. Perico Viera fue preso poco tiempo después..."


Luego cita una carta de Artigas a Belgrano sacada del archivo Artigas y que dice: 
"El desorden en estos Pueblos ha sido general y éste se aumentó en la acción de Soriano que comandó el señor Soler en dicho Pueblo ha sido tan desmedido el saqueo por nuestras tropas que varias familias han quedado enteramente desnudas; por lo que he dispuesto mandar una Partida para que se imponga del lugar en que pueden estar parte de los efectos saqueados, para devolverlos a sus dueños correspondientes. También he determinado, que los Alcaldes hagan inventario de los efectos correspondientes a los que se han remitido presos a disposición de la Excelentísima Junta y que me pasen un ejemplar, quedando a su cargo el responder de dichos bienes a su debido tiempo." (Me quedó la duda acerca de quien es el tal Soler)


Continua Maggi: 


"Belgrano, que era jefe de Artigas en ese momento, cuando escribe a la Junta de Buenos Aires dice: Los hechos de nuestras gentes en Soriano que me fueron comunicados por José Artigas que se han ejecutado en otros puntos de aquella Banda y también aquí en campaña, a título de patriotismo son bien escandalosos."

"Yo creo que eligieron mal la fecha, por ignorancia o no se por qué razón. Lo que pasó en Asencio y todos sus alrededores fue una cosa muy triste, de la misma manera que fue rechazada la idea que la revolución empezó el 10 de Mayo con la Junta de Mayo, (que era lo que pensaba Artigas). El gobierno fue quien decidió que es mas importante el Grito de Asencio que la Junta de Mayo, yo creo que se equivoca, y no se quien los asesora, pero eligieron al revés, de eso no tengo una sola duda."


Entonces el conductor del programa pregunta: "entonces estas personas las cuales Artigas critica en sus escritos... ¿responden a sus ordenes en ese momento?... y la respuesta es contundente. No, (dice Maggi) Artigas llegaría después de esos hechos desde Buenos Aires, y cuando llega lo hace para arreglar la situación, para consolar a la gente y para darles medios a los que habían sido robados, porque el asunto comienza en Mercedes, luego se extiende por Coya, San José y Colonia, luego Perico Viera y Benavides van presos..."


Luego es cuando comienzan los retruques a Maggi por parte de los demás panelistas. La verdad, el programa es digno de ser escuchado y genera un debate acerca de nuestra historia y sus mitos en torno a sus fechas.


Escuchar el programa: "En perspectiva, El Espectador. 25/2/2011"  (Duración: 30 minutos)


Fuente: 
Archivo Artigas
Espectador.com


Por el mismo tema: Fisuras en nuestra Historia.
"Las independencias" uruguayas, sus fechas.

domingo, 20 de febrero de 2011

La primera transfusión. ¿Vampirismo?

Sosteniendo la "lanza de Longrinos".



“Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, 
cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera
salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por 
causa mía, la salvará”                             Mateo 16:24-25


Podemos decir con certeza que la actitud del Cristiano frente a la muerte (me refiero al que lo es convencido de serlo), es de total resignación. Fácil es entenderlo al pensar en la importancia que da la Biblia a la vida después de la muerte y el cúmulo de promesas que Dios hace al respecto. Con dichas promesas la vida en la tierra, pasajera, es una simple sombra de lo que vendrá. Podremos ver claramente el efecto de dichas promesas, también, en la actitud de la iglesia primitiva frente a la persecución: leones, gladiadores, torturas al no negar su fe, etc, etc...

Pero no todos los Cristianos viven esta realidad, mejor dicho, no conciben la realidad venidera y se sienten demasiado cómodos en su vida terrenal y la muerte, asusta.

La cita bíblica del principio parece encajar como un mal chiste en la anécdota que voy a contarles. Depende como usted lo vea estaremos incurriendo en chismes y no en historia, eso júzguelo usted. La información se conoce a traves de Stefano Infessura de su obra Diarium urbis Romae (Diario della Città di Roma), una crónica de la ciudad de 1294 a 1494.


Atención: No soy Testigo de Jehova y apoyo las transfusiones de sangre. Simplemente notaran mi ánimo anticlerical en mis escritos y las razones que tenía este Papa para temer a la muerte. 

Giovanni Battista Cybo, (Génova, 1432-Roma, 1492) mas conocido como Inocencio VIII, tiene muchas cosas curiosas en su vida y que usted puede investigar. Fue quien apodó Reyes Católicos a Fernando e Isabel, y se llevó la gloria de descubrir America, (en efecto su tumba reza: “Novi orbis suo aevo inventi gloria”. Que en español quiere decir, “Suya es la gloria del descubrimiento del Nuevo Mundo”). Gracias a una bula que promulgó dió rienda suelta a la caza de Brujas en Europa y la primera edición del "Malleus Malleficarum".

Pero lo que nos trae hasta aquí es su muerte, bastante curiosa por cierto. Inocencio era un hombre débil, lleno de enfermedades recurrentes. La vida personal de éste Papa puede ser cuestionable, desde el punto de vista ortodoxo católico actual, ya que era viudo  y, padre de ocho hijos -dos de ellos fuera de matrimonio-; además, nombró arzobispo a un sobrino de 13 años para quien construyó en el Vaticano el palacio de Belvedere; e incluso, llegó a empeñar la tiara. En cuanto a la última enfermedad de Inocencio VIII, a principios de 1492, se sabe que padecía de insuficiencia renal crónica (“hidropesía”), que lo mantenía críticamente enfermo, alternando períodos de estupor con momentos de lucidez. Los médicos de Inocencio VIII habían agotado todas las terapéuticas de la época, basadas, sobre todo, en sangrías, encontrándose el paciente a las puertas de la muerte.

En ese momento apareció en Roma un "médico judío", según unos o, “un místico", según otros, que ofreció cambiar la sangre del viejo Papa "por la de jóvenes plenos de vigor y salud". Visto lo desesperado de la situación se hicieron los arreglos correspondientes y, se obtuvieron los donadores "voluntarios", 3 (2, según otros) niños de 10 años, autorizados por sus respectivas familias, mediante el pago de un ducado de oro a cada una. 



Una versión dice que la sangre fue extraída a los niños y transfundida al Papa. Otra versión refiere que el pontífice solamente bebió la sangre (como un brebaje) pero que, cuando se dio cuenta de lo que le estaban haciendo tomar, ordenó perseguir al "médico judío" para someterlo a juicio. Sobre la causa de la muerte del pontífice, hay quien afirma que fue por una obstrucción circulatoria, a consecuencia de la transfusión. Lindeboom asevera que al ser sangrados los niños, como la sangre se coagulaba constantemente, la transfusión no fue intentada. Cuando se trató de detener al "médico judío", éste había huido, desapareciendo para siempre. También se afirma que, para obtener la sangre de los niños, se les cortaron las carótidas (los degollaron). La extracción de sangre de los donantes, resultó, consecuentemente, en la muerte de todos, por hemorragia. 


En esta web se equivocaron de retrato
no es Cybo, es Inocencio X.
Para sumarle males a este "Vicario de Cristo" en la tierra (y si usted pensaba que no podía sumarle otro), se dice, que el Papa, para remediar sus males, también se alimentaba del pecho de una madre lactante.

Parece que este hombre no leía la Biblia. Se hubiera parecido un poco mas a un Cristiano si lo hubiera hecho.





Fuentes:

Sagan, C. El mundo poseído por demonios, en: El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la obscuridad. Editorial Planeta, S.A., 1997. 
La sangre, consideraciones historicas e ideologias relacionadas. Dr. Guillermo Murillo-Godínez.

Para mas discusión sobre Inocencio VIII y sus secretos:
La ruta prohibida. Javier Sierra. Portal Planeta. 2007. 

sábado, 19 de febrero de 2011

Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya. (2)

Los Kirchner. Quienes desde su presidencia alentaron
la figura de los "piqueteros" de Gualeguaychu.
Aún los uruguayos nos desayunamos entre noticias, como que tal o cual país vecino pone trabas a nuestras exportaciones, y qué por ser un país pequeño, vemos pisoteada nuestra soberanía de manera humillante. Los uruguayos todavía tenemos presente (por la cercanía de los hechos) como un grupo de fanáticos argentinos violó nuestro derecho de libre transito cortando una de nuestros puentes con la Argentina. 


Lamentablemente nuestra soberanía siempre ha sido frágil, como había expuesto en la parte 1 de este tema, y es un problema de difícil solución que traemos en nuestra geopolítica. Los países vecinos por muchos años actuaron como si el Uruguay fuera un menor de edad que hay que dirigir hacia su bienestar. Sigamos viendo la época en la que me ocupaba desde la vez anterior, enseguida de nuestra independencia.

Continúa así las cosas León Pomer:


"Algo oscuro comienza a asomar en el cielo oriental, se llama Venancio Flores. El 19 de abril de 1863 desembarca en un sitio de la costa uruguaya llamado Rincon de las Gallinas. Viene en son de guerra; ha partido de la otra banda del rio, de la misma Buenos Aires. Previamente —cuatro dias antes— Flores se ve con Mitre en casa de José Gregorio Lezama, de quien don Venancio fue administrador de establecimientos ganaderos.

Por eso, "cuando Flores desembarco en la Banda Oriental procediendo de Buenos Aires, el cuerpo diplomatico extranjero no se dirigio al Brasil, sino al presidente Mitre, pidiendole explicaciones de esa agresion, que la opinion general le atibuyo desde el primer instante"

Venancio Flores.

Alguna razon tenian los diplomaticos extranjeros acreditados ante el gobierno del Uruguay. La agresion de Flores ha partido de Buenos Aires; pero ademas hay antecedentes en extremo inquietantes. El 10 de noviembre de 1862, La Nacion Argentina —voz y pensamiento de Mitre—, escribe:

"Las naciones americanas deben tender a ensancharse porque esta en la ley natural... Por eso hemos dicho que la Confederacion Americana vendra con el tiempo... Estos medios son, por una parte, los tratados particulares y por la otra la fusion de las nacionalidades que tienen verdadera afinidad de intereses y que se hallan unidas, cuando menos, por su posicion geografica. .. Asi lo que es materia de congresos quedaria arreglado separadamente con Chile, Bolivia, con Peru, etc ... El segundo medio esta ya indicado y consiste en la anexion reciproca de las republicas limitrofes. Tal vez estemos destinados a resolver la grande obra que deshicieron las pasiones locales, volviendo asi las naciones americanas a las condiciones en que se hallaban antes de los sucesos que las condujeron a su estado actual".

Doce dias despues de aparecido el texto que nos ocupa, Mitre le escribe a Seoane, ministro del Peru: uno de los propositos fundamentales del nuevo gobierno argentino consiste en "fomentar y consolidar la reconstruccion de las nacionalidades de America que imprudentemente se han dividido y subdividido"


Mas tarde, en 1863 y coincidiendo con la invasion de Flores al Uruguay leese en La Nacion Argentina un articulillo referente al 18 de Julio, aniversario de la jura de la Constitucion oriental: "He aqui el aniversario de la independencia de la Republica Oriental. ¡Triste fecha! Ella rememora el triunfo del localismo que ha impedido por mas de medio siglo la organizacion de la Republica y que ha ido desmembrando poco a poco la patria de 1810"


Bartolomé Mitre.
El plan de Bartolomé Mitre es simple, apoyando la invasión del colorado Venancio Flores contra los Blancos, Justo José de Urquiza, el "Taita" Federalista de Entre Ríos, se vería obligado a brindar ayuda a sus compañeros Blancos y cuando esto ocurra el gobierno de Buenos Aires ayudaría a Flores apoderándose de Uruguay. Rápidamente la Foreign Office se da cuenta de las maquinaciones de Mitre y le envía sus armas diplomáticas.

Continúa Pomer:

Pero hay una razon mas poderosa para mostrar cautela (se refiere a los planes de Mitre). El 15 de diciembre, Jose Maria Lafuente, secretario de la presidencia, le escribe a Mitre. Ha recibido la visita del ministro ingles Mr. Edward Thornton. Mr. Edward ".. .sentiria mucho que tuviesen lugar por parte de este gobierno algunos hechos coercitivos contra el oriental, pues esto podría traer serias complicaciones para la Republica Argentina..,.".

Que por lo que respecta al gobierno británico, no queria intervenir en los sucesos de estos paises; pero que existiendo en ellos tantos intereses británicos, ycomo muchos de los subditos de Su Majestad escriben a los miembros del Parlamento según sus intereses o pasiones, "a su pesar" el gobierno de S. M. se veia obligado a tomar parte en nuestras cosas, para acallar la grita de aquellos". 

Inglaterra advierte a Mitre: la intervencion es riesgosa, por mas que se vista con el ropaje de los hechos coercitivos. La independencia uruguaya debe ser preservada; es la mejor manera de evitar que Argentina o Brasil adquieran el total dominio del Plata y el control del acceso a los grandes rios interiores.

En 1864 una embajada Argentina parte a Rio de Janeiro no solo para buscar una definición en las relaciones entre ambos estados entre si y con respecto al estado oriental, sino tambien para "averiguar" (. . .) por cuanto tiempo juzgaria propio (el gobierno Imperial. L.P.) permitir la continuación de las actuales conmociones intestinas en la República Oriental, que tan serios perjuicios causan a los intereses de los numerosos residentes argentinos y brasileños en aquel país, asi como al comercio en general, y si seria posible llegar a un arreglo con el gobierno brasileño para una accion conjunta encaminada a poner fin al desorden existente en la Republica Oriental mediante el ejercicio de su influencia, o, si fuera necesario, mediante la fuerza".

Esta claro, Mitre intenta propiciarse al Brasil; su preocupación por el bienestar de los brasileños en el Uruguay es harto insolente desde que el velar por ellos compete al gobierno uruguayo en primer termino y al brasileño despues. La diplomacia mitrista intenta descaradamente forzar al gobierno de Río a embarcarse en la aventura oriental, nacida en Buenos Aires, amparada, alentada, propiciada y pagada por Buenos Aires."



Muy pronto después de estos hechos caería Paysandú en manos de Flores, en uno de los hechos bélicos mas sangrientos de nuestra historia. Flores es ayudado por el Brasil, como no podía ser de otra forma para un traidor como él. Y enseguida, como una maldición que cae sobre los Orientales, la guerra contra el Paraguay. Mal por nosotros.

Vemos aquí­ la Escuadra Brasileña durante el Bombardeo de Paysandú (1864 - 1865).
Se trata de una acuarela de Carlos Dí­az, perteneciente al Museo Histórico Nacional.
Fuentes: León Pomer. Guerra del Paraguay. Buenos Aires. 1885.

Vea también:

Guerra del Paraguay. Matando Hermanos.

Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya.(1)

Lord Jhon Canning
El Primer Ministro Canning expuso en una frase, el nódulo de la política inglesa en el sur del continente americano: "He hecho surgir a la vida un Nuevo Mundo para restablecer el equilibrio del Antiguo". El fin de la guerra entre Brasil y las Provincias Unidas, con el surgimiento de la República Oriental del Uruguay, es un triunfo de la política británica del "equilibrio de poderes".

Y concretando las formas de esta política: "La política exterior británica se esforzó sagazmente por impedir que surgiera al otro lado del canal y de la zona angosta del Mar del Norte otro poder naval o potencia dominante ... manteniendo y amparando la existencia de 'estados cojines' tales como Austria, Bélgica y Holanda". La concertación de la Convención Preliminar de Paz de 1828, que dio nacimiento a nuestra República, fracturando una vez mas el viejo contexto geográfico-histórico de la cuenca rioplatense, es el fruto de distintos factores. Entre ellos, cuentan el deseo ferviente de los orientales por emprender en paz, la reconstrucción de su comunidad, su hastío por las alternativas interminables de la política bonaerense, una mayor consolidación de la orientalidad como consecuencia de la larga lucha por la independencia, etc.

Pero ninguno de ellos puede oscurecer el hecho decisivo de que Inglaterra aplico en el Río de la Plata su vieja y probada política de poderes, asentada en la pieza maestra de un Estado tapón o cojín. Así como tampoco puede negarse, que ello significó una derrota contundente y estrepitosa para la concepción federal de José Artigas.


Convención Preliminar de Paz. 4 de Octubre de 1828. Art. 1°) "Su Majestad el Emperador del Brasil declara a la provincia de Montevideo, llamada hoy Cisplatina, separada del territorio del Imperio del Brasil para que pueda constituirse en Estado libre e independiente de toda y cualquier nacion..."

León Pomer dice lo siguiente:

Digamos que para el Brasil —como para algunos circulos argentinos — esa independencia era provisoria. Ya en 1830 el señor Miguel Calmon Du Pin e Almeida, ministro de Negocios Extranjeros del Emperador, instruira al marques de Santo Amaro en los siguientes terminos: "En cuanto al nuevo Estado oriental, o a la provincia Cisplatina, que no hace parte del territorio argentino, que estuvo incorporada al Brasil y que no puede existir independiente de otro Estado, V. E. tratara oportunamente y con franqueza de probar la necesidad de incorporarlo otra vez al Imperio. Es el unico lado vulnerable del Brasil" (...)

Tras distintas alternativas llegamos al 25 de diciembre de 1850 en que Brasil y Paraguay firman un tratado en cuyo articulo 14 se lee: ambos paises "coadyuvaran a mantener la independencia de la Banda Oriental del Uruguay". A partir de ese momento, al pais guarani no podia serle indiferente lo que pasara en la tierra charrua, supuesto que al margen de los tratados no existieran otra razones —que las habia, y muy poderosas— para impedir que el Brasil llegara a controlar el acceso al rio Parana y por este al rio Paraguay.

Años mas tarde, el 2 de enero de 1859, firmanse en Rio tratados entre el Imperio, la Confederacion Argentina y el Estado Oriental, por los cuales queda sancionado que este ultimo sera "Estado absoluta y perpetuamente neutral entre el Imperio del Brasil y la Confederacion Argentina", en tanto que los otros dos convienen en prometer que en sus respectivos territorios no se admitiran trabajos subversivos
contra la nacionalidad oriental".


En suma, que el Uruguay es reconocido como Estado independiente, condicion esta que garantizan Brasil, Argentina y Paraguay, y por añadidura proclamase neutral en las disputas que pudieran sostener sus dos poderosos vecinos, quienes prometense impedir trabajos susceptibles de comprometer la nacionalidad y la independencia uruguaya.

Entre tanto, el gobierno del señor Suarez instruye a su enviado ante la corte del Brasil, Andres Lamas, para que gestione el apoyo del poderoso vecino en la lucha contra Oribe-Rosas. Lamas queda autorizado —lo dicen las instrucciones que se le envian— para celebrar un tratado de limites "sobre una base altamente provechosa para el Imperio". ¡Asombroso! Alguna vez negociador alguno en su sano juicio fue a entregar a sabiendas, tajadas de la. soberanía y el territorio nacional, como esa vez Andres Lamas por indicacion del gobierno que decia defender la causa de la civilizacion contra la barbarie? 

Por lo demas, para quebrar cualquier duda o eventual suspicacia de los diplomaticos del Imperio, el señor Suarez instruye a su representante en el Janeiro, sobre: "Que la Republica no hara coalicion con los otros Estados que como ella derivan su derecho del tratado de 1777, para el arreglo de sus limites con el Brasil; que se tratara esa cuestion por los dos Estados linicamente y que en caso de discordia la someteran a la discusion de un tercero amigo y electo por ambos". Comenta Eduardo Acevedo: "Tal era la base de la alianza; una formidable tarascada al territorio uruguayo, debiendo encontrarse solos, absolutamente solos en el debate, la ílctima y el victimario"153.

Los tratados que firmo Lamas fueron los siguientes:

1) Tratado de prestamos, pactado el 12-10-1851 por el cual Brasil se obligaba a entregar al gobierno oriental 60 mil patacones mensuales desde el 1° de noviembre en adelante, aparte de 130.000 pesos que prestaba por una unica vez. El interes seria del 6% anual y el Uruguay reconociase al mismo tiempo deudor de 288.791 pesos de prestamos anteriores, sobre los que pagaria igualmente el 6% de interes anual. Las rentas totales del Estado Oriental quedaban afectadas como garantia al pago del emprestito brasileno154.

2) Tratado de Comercio, por el cual Brasil logro que por 10 anos los ganados uruguayos que se introdujeran por via terrestre en su territorio (concretamente: en Rio Grande do Sul) lo hicieran sin pagar derecho alguno en las aduanas uruguayas. Con lo cual se privaba a los saladeros uruguayos de elaborar charques, producto exportable, y se proveia de materia prima a sus iguales de Rio Grande.

3) Tratado de Extradicion, por el cual el "civilizado" gobierno uruguayo convertiase en carcelero de los esclavos que huian del Imperio para hallar la libertad en la tierra uruguaya. Los mismos amos de los huidos y sus capataces quedaban autorizados para hacer directamente las gestiones pertinentes ante las autoridades orientales155.

4) Tratado de limites, que venia a coronar las usurpaciones anteriores ejercidas por el Brasil contra el territorio oriental. Juan Carlos Gomez anota que el Imperio "por medios ilegitimos y nulos nos arrebato en 1816 (. ..) un area de 2.920 leguas. Luego de la incorporacion nos arrebato (.. .) otras 1.400 leguas maritimas. Los tratados de 1851, sancionando esas diversas usurpaciones (...) dieron a nuestro territorio un mordisco de 280 leguas marítimas". 


Joaquin Suarez. Presidente Oriental.
Carcano dice que el protectorado brasileno sobre el Uruguay "es sostenido con ardor y con talento por su propio plenipotenciario Lamas, a quien el mismo Brasil impuso como representante del gobierno oriental en San Cristobal". Para el señor Carcano, es posible desplegar talento incluso en la faena de hipotecar la soberania de la patria. Pero aqui nos interesa la vocacion del señor Lamas y sus mandantes: los jefes de la defensa de Montevideo.

Y a todo lo ya apuntado debe agregarse que por ellos Brasil se constituye en el guardian de "la paz interior y de los habitos constitucionales" del Uruguay. Este —su gobierno titere— puede llamar a las tropas brasilenas para asegurar a los ciudadanos que habitan el suelo oriental el pleno goce de las garantías que les otorga la Constitución.¡Brasil se asegura el derecho a intervenir cuando le venga en gana! Y para colmo de numillaciones, el Uruguay le reconoce el derecho a fiscalizar la liquidacion de la deuda que acaba de contraer y las que ha reconocido como gastos ocasionados durante la defensa contra el sitio de Oribe. En una palabra: a los uruguayos apenas si les han dejado el nombre.



Andres Lamas. Diplomático ante Río de Janeiro.


Fuentes:
Las Montoneras y El Imperio BritánicoVivian Trías - Montevideo - 1954
León pomer- La guerra del Paraguay. Estado Política y negocios. Buenos Aires 1885.

jueves, 17 de febrero de 2011

Genocidio de los Charruas.

"No se puede enterrar un crimen para siempre. 

Tampoco se puede desmerecer eternamente 

una gran cultura, porque deja demasiadas huellas."
Gonzalo Abella.

Esto dice el historiador Gonzalo Abella recordando aquel fatídico año de 1834, cuando un numero demasiado grande de Charruas eran exterminados por el novel y "civilizado" Estado Oriental. En una entrada anterior expuse La guerra Charrua en el relato de Felix de Azara, aquel naturalista español que nos ayudo a comprender un poquito mas a este pueblo.

La selección uruguaya de futbol se llevó desde hace muchos años atras el mote de "Charruas", y la invocación de la "Garra charrua", una especie de singularidad futbolera que no se sabe definir con certeza y que nos hace ganar los partidos mas imposibles.

Sin embargo la tribu Charrua vio cercenada su existencia como grupo humano cuando una operación del gobierno de Rivera asesina a sangre fría a muchisimos de ellos y toma prisioneros a unos cuantos. No creo que los Charruas hayan tenido tiempo para enseñarnos a jugar al futbol (creo que lo hubieran llegado a hacer muy bien)

Años antes José G. Artigas en carta a las autoridades de Corrientes (9 de enero de 1816) diría:


"...Los indios, aunque salvajes no desconocen el bien y aunque con trabajo al fin bendecirían la mano que los conduce al seno de la felicidad, mudando la religión y costumbres. Este es el primer deber de un magistrado que piensa en cimentar la publica felicidad."


Pero el Estado Oriental tenía otros planes y a la pública felicidad se llegaría por otros medios. Dice Abella:


     "Hubo pueblos en América que no formaron imperios, sino que lucharon para resistir a todos los imperios.

     La Antropología oficial los cataloga como pueblos "inferiores", que no pasaron del "neolítico", pero se equivoca.

     El hombre de las cavernas europeo vivía la Edad de Piedra porque no tenía referencias de otras pautas culturales; en realidad no las había en su entorno ni en el mundo, porque estamos hablando de cientos de miles de años antes de nuestra época. Avanzaba y creaba exclusivamente desde su propia experiencia, que luego transfería a las nuevas generaciones.

     En cambio el hombre americano que trabajaba la piedra en la pradera en el siglo XV estaba perfectamente informado de la existencia de imperios, sabía que en Los Andes se trabajaba el metal, conocía la existencia de los lejanos templos de piedra, recibía por trueque tejidos, mantas y cerámica sofisticadas.

     El (en realidad debería decirse : "ellos y ellas") hacía(n) opciones de acuerdo a estrategias adaptativas, a gustos culturales y normas éticas muy respetuosas de la horizontalidad en el trato interpersonal.

     Acosta y Lara, en un interesante trabajo reconoce que la traición de Rivera a los charrúas, su trampa en el Salsipuedes, no pasó inadvertida para los gobernantes de la región. Escribe:

     "Las autoridades de Entre Ríos y Río Grande do Sul siguieron muy de cerca el operativo."

     Aún más: Acosta y Lara reconoce la participación del genocida argentino Lavalle y del "comando fantasma" del brasileño Rodríguez Barboza en la masacre de Salsipuedes. (ver: Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya)

     Pero en cierto sentido la justifica, porque era una acción, dice textualmente,

     "...tendiente a erradicar todas las formas de barbarie que imperaban en nuestras tierras interiores..."

     ¡¡Para Acosta y Lara, como para Sarmiento, la barbarie es la forma indígena de vivir, no el genocidio!!

     El Estado Oriental masacró a los charrúas, organizó un remate para subastar a las muchachas charrúas sobrevivientes en el Durazno, repartió a los niñitos charrúas sobrevivientes en Montevideo, enjauló y vendió a un circo francés a cuatro charrúas, entre ellos una mujer embarazada y luego dice oficialmente que eran pocos, brutos e incorregibles. ¡Y 160 años después todavía alguien dice que eso se hizo "para erradicar todas las formas de barbarie que imperaban en nuestras tierras interiores"!

miércoles, 16 de febrero de 2011

Nación y Estado Oriental.

Nación y Estado Oriental.


En la entrada llamada "Las independencias" uruguayas, sus fechas, traté el tema de nuestra controvertida fecha de independencia. Ahora el debate se centra sobre el concepto   mismo   de Nación y Estado.  Este debate sobre estos temas que estoy   mencionando en mi Blog fueron arduamente discutido en el Parlamento en el año 1923. La situación estaba muy politizada y llena de visiones partidarias.

"El gran equívoco parte de la confusión entre Nación y Estado. Así lo subraya Bruschera en su crítica a la exposición de Gustavo Gallinal durante aquel debate parlamentario de 1923. El Estado, como persona jurídica organizada internamente y reconocida internacionalmente, puede decirse que nace efectivamente el 4 de octubre de 1828 cuando el canje de ratificaciones de la Convención Preliminar de Paz declara el reconocimiento de nuestros vecinos a nuestra independencia; ábrese allí el camino para instalar el primer gobierno patrio y la primera Asamblea Constituyente, que organizará soberanamente las instituciones del nuevo Estado republicano. 



Para Aréchaga - como para Ariosto González- el 18 de Julio era el gran día cívico porque la Constitución era el punto en que no debía haber debates. La historia posterior, sin embargo, nos está diciendo que efectivamente los hubo y los sigue habiendo. Nadie niega el valor de la Jura, pero no se atribuye a la fecha superioridad sobre la otra en debate, en virtud de que se discute desde la óptica de “la independencia”.

Si nos ubicamos en la idea de que lo que queremos es celebrar la independencia del Estado, o sea la República Oriental del Uruguay tal cual la conocemos y hemos conocido desde 1830, con ese nombre y este territorio, entonces la fecha sería la del 18 de julio o bien la del 4 de octubre. Desgraciadamente esta última fecha ha sido asumida un tanto avergonzadamente, como si la mediación británica entre nuestros dos ambiciosos vecinos nos disminuyera, cuando lo que reconocieron era que la voluntad autonómica de los orientales de entonces había de ser respetada por todos, luego de tantos años de guerra y sacrificio. Estos razonamientos, sin embargo, nos siguen dejando encima de la polémica.

¿Cómo superarla? A nuestro juicio yendo más al fondo y adentrándonos en la idea de “nación” o de “nacionalidad oriental”, que preexistieron al Estado. Y allí reconciliamos nuestras mejores tradiciones, porque no hay duda que esa configuración nacional nos ubica en el período artiguista, el único en que todos coincidimos, en que poseemos un héroe común que nos convoca por igual a los uruguayos, sin distinción de partidos políticos o credos religiosos.

Formal y oficialmente hemos declarado a Artigas “fundador de la nacionalidad oriental”. Según Ardao el primer reconocimiento oficial está en la lápida puesta por el gobierno de Gabriel A.Pereira sobre la urna que trajo sus restos, en 1856. Todos los discursos que se pronunciaron entonces insistentemente hicieron esa referencia, o sea que no fue por casualidad que se estampó esa inscripción. La primer biografía del prócer, la de Isidoro de María, se titula “Vida del Brigadier General D. José Gervasio Artigas, fundador de la Nacionalidad Oriental”.


El mismo título le reconoce la ley de 17 de setiembre de 1884, bajo el gobierno de Santos, que declara día de duelo nacional el aniversario de su fallecimiento. A partir de entonces, ese título se le ha reconocido siempre a Artigas. Como dice Edmundo Narancio “La nacionalidad, pues, como hecho, es la resultante de un proceso preexistente que se consolida en 1811, junto con el Estado naciente, su expresión jurídica. Artigas, sí, fue el fundador del concepto de nacionalidad en el espíritu de sus compatriotas”.

Si esto es así ¿porqué no remitirnos, entonces, a esa “fundación”, que es la raíz originaria del proceso posterior? Aun cuando aceptemos que, como sostiene real de Azúa (impugnando la corriente historiográfica que arrancando en Bauzá llega hasta a Pivel) no había una ineluctable fuerza independentista, no hay duda que Artigas es reconocido como padre de ese proceso fundacional. Las cosas pudieron haber transcurrido de otro modo, pero el hecho es que llevaron a la independencia y su raíz, indudablemente, está en ese espíritu fundacional del artiguismo. Habiendo sido así desde siempre, y ratificado ello por casi dos siglos de existencia independiente ¿no es lo lógico afirmarnos en la matriz de lo que fue y no en las vacilaciones por aquello que no fue?

Distinguir “nación” de Estado no es solamente una referencia doctrinaria, pues la propia Constitución, en su artículo 4° dice que “la soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación, a la que compete el derecho exclusivo de establecer sus leyes, del modo que más adelante se expresará”. O sea que la Nación está configurada por la asociación política de todos los “habitantes” de nuestra república, quienes organizan, en el código máximo, un sistema de instituciones republicanas y democráticas.

¿Cuándo los pueblos de “la banda” expresan esa vocación de autogobernarse? ¿En qué momento podemos decir que el pueblo oriental se siente dueño de un destino propio, capaz de decidir soberanamente y dispuesto a gobernarse conforme a sus principios? ¿Dónde encontramos el rastro de una “nacionalidad oriental” asumida ya como un destino, sea en la fórmula federalista o en la que fuere?

Podríamos hablar del 10 de octubre, cuando en la Quinta de la Paraguaya se nombra Jefe a Artigas, o del 23 de octubre al partir el imponente Éxodo, pero mucho más claramente cuando reunidos los representantes en el Congreso de Tres Cruces, el 5 abril de 1813, proclaman su voluntad independentista y sustentan que “están absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona España y familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta”. Definen entonces, en las célebres Instrucciones del día 13, el primer código institucional de la República. 


Naturalmente la idea es la de constituir una federación con las demás provincias, pero sobre ciertas bases fundamentales profundamente democráticas y desde el ejercicio de una voluntad nacional propia. En su célebre discurso Artigas se dirige a los ciudadanos “en la segunda vez que hacéis el uso de vuestra soberanía” y afirma que su autoridad emana de los representantes de los pueblos libres y cesa ante su “presencia soberana”. La Banda Oriental dice luego, “es pueblo libre”, pero al no mediar las “seguridades del contrato” es necesario contribuir con diputados a dictar una Constitución y concurrir a la Asamblea General de las Provincias Unidas. 

Pero inequívocamente no se trataba de una anexión incondicionada; no se trataba de la preservación por inercia del viejo vínculo que venía de los tiempos de España y nos ligaba a Buenos Aires como capital. Por el contrario, se trataba de un indudable acto de soberanía por el cual se condicionaba la adhesión a esa confederación, en tanto fueran satisfechas determinadas demandas unilateralmente formuladas por los orientales. 

Por esa razón, las Instrucciones que emanan de ese Congreso tiene todas las características de un acto de ejercicio de la soberanía y de un estatuto constitucional de valor fundacional. Nuestro pueblo, que ya tiene jefe y esas asambleas, dice que para siempre se separó de España, que después de todo era la real independencia. A partir de esa afirmación, la provincia entra en una confederación pero “se dejará a esta Banda en la plena libertad que ha adquirido como Provincia compuesta de pueblos libres”.


Fuentes: 
Constitución de la República.
Un debate necesario. 2005. Biblioteca Artigas.

Por el mismo tema vea:



Masacre en Paysandú.

Masacre en Paysandú.
1864-65

"Cuando sucumba" escribía el Coronel Leandro Gomez respondiendo a una carta del estado mayor colorado instando a que entregue la ciudad por las buenas. Sería una gran obra literaria el poder resumir en pocas palabras el por qué del sitio a Paysandú y la razón del enfrentamiento (y ademas pienso dedicar mayores esfuerzos a que usted conozca estos hechos históricos singulares, pero en otro informe). Por ahora solo me limitaré a mostrar este episodio como una fisura de nuestra Historia que aún duele en la política actual.

Los Blancos revindican la fecha.

Nunca comprenderé de donde sacamos los uruguayos una pasión tan grande por símbolos, divisas, o por qué no, personas. Se nos pinta como habitantes mesurados y muy melancólicos. Pero a la hora de defender la idiosincrasia y nuestra manera de ver las cosas nos transformamos. No en vano tenemos entre nosotros los partidos políticos mas viejos de América, despertando casi las mismas pasiones que despertaban hace unos años atrás. Y si de partidos nuevos se trata, ellos también se alimentan de las mismas motivaciones que los partidos tradicionales.


En Uruguay, al mismo tiempo que en otros países de América, no se puede hablar de Historia sin tocar la política. Los fundadores de tal o cual partido están representados en bronce, y cuando a usted lo suben a ese pedestal es intocable. Los enfrentamientos entre Blancos y Colorados se llevaron muchos años y vidas, y justamente uno de los acontecimientos mas funestos de estas guerras fue el sitio a Paysandú.


Venancio Flores volvía al país con ánimos de venganza y ansias de poder, y con muy buenos amigos. Al poco tiempo solo Salto y Paysandú quedaban en poder de los Blancos y era necesario terminar con ese poder. La resistencia es admirable. un puñado de Orientales defendiendo con espíritu patriótico su bastión y un general traidor que trae fuerzas extranjeras para matar hermanos.


Blancos y Colorados sangran de la misma manera. No hay sangre diferente, es del mismo color. La Bandera que ondea en la bombardeada Paysandú es el pabellón nacional, no la bandera del partido. Pero así no lo entiende Flores, y empieza el fusilamiento de los patriotas. ¿Por qué traer extranjeros a matar compatriotas? ¿Por qué invocar poderes extranjeros para fortalecer un poder que no se tiene?


Luego que la plaza es tomada y muertos los oficiales, los prisioneros son llevados muchos de ellos a luchar contra otros hermanos, los Paraguayos. Otra locura de Flores, otra condicionante extranjera, otra mancha mas al tigre.


Estas son las "fisuras" en nuestra historia. Para cimentar un "Estado civilizado" el Uruguay pasó por las etapas mas crueles en su historia.


Que el festejo del Bicentenario sea con conciencia no solo de los hechos que nos enorgullecen, sino también de lo que muchos quieren olvidar.


Vea: 2011. Año de celebración del bicentenario del proceso de Emancipación nacional.

martes, 15 de febrero de 2011

"Las independencias" uruguayas, sus fechas.





¿Le resulta familiar la fecha 4 de Octubre? ¿Y la de 25 de Junio?.  Bueno... Tal vez si le resulta familiar la del 20 de Febrero. ¿18 de Julio? ¿Esta última sí verdad?


Bien, todas estas fechas aluden al proceso de independencia del Uruguay, y todas ellas muestran un aspecto de lo complejo que fue nuestro camino hacia la independencia de las potencias extranjeras.  Primero veamos lo que nos cuenta el Senador Julio M. Sanguinetti en una consideración enviada al Consejo de Educación y Cultura del Senado hace unos años atrás llamada "Un necesario debate".


"Nuestra primera ley fue de 17 de mayo de 1834 y estableció que el aniversario de la Jura de la Constitución es la “única gran fiesta cívica de la República”. La norma legal no hablaba de la “independencia”, ubicada temporalmente en el propio texto de la Constitución de 1830 en la Convención Preliminar de Paz de 1828. La gran fiesta se celebraría cada cuatro años y habría dos fiestas ordinarias: el 25 de mayo y el 18 de julio, más dos medias fiestas: el 20 de febrero (batalla de Ituzaingó) y el 4 de octubre (canje de ratificaciones de la convención Preliminar). Como se ve, de las cuatro fechas que consideraban fundamentales los hombres de la fundación de nuestra República sólo sobrevive una…


Pasada la primera generación de la independencia, 26 años después, la ley de 10 de mayo de 1860, declaró “días de fiesta civil el 25 de agosto, 25 de mayo y 18 de julio”. “El aniversario del 25 de agosto de 1825 es la gran fiesta de la República”. La tal gran fiesta se celebraría cada cuatro años, mientras que serían fiestas ordinarias, el 25 de agosto, el 25 de mayo y el 18 de julio.


Leyes posteriores (la del monumento de la Agraciada y de la Independencia de 1861, el de Artigas de 1862, etc.) mantuvieron ese criterio y la de octubre de 1919, que estableció un nuevo nomenclator de fechas patrias, denominó al 25 de agosto como Día de la Independencia. Quizás a partir de allí se generó el mayor equívoco al incorporar la palabra “independencia”, que fue el concepto controvertido, precisamente. Esa idea ya estaba muy acuñada en la jerga periodística, pero en todo caso no había adquirido la oficialidad de la ley."

Veamos por qué razón dice el Senador que el 25 de agosto es "la fecha controvertida"...


"Es preciso asumir que el concepto de “independencia” en nuestro país, no es sencillo. Fuimos colonia española, nuestra madre patria del descubrimiento y la colonización, primero adentro del Virreinato del Perú y más tarde, en 1776, del Río de la Plata. Se supondría que nuestra “independencia” debería referir, justamente, a nuestro desgajamiento del tronco hispánico colonial; sin embargo, la capitulación española, el 25 de junio de 1814, ni se toma como referencia. Su fecha no resuena en ningún oído.


Algo más de perfil se le ha dado al fin de la exageradamente llamada “dominación porteña” en 1815. Caída la Banda Oriental en manos portuguesas en 1820 luego de la derrota de Artigas, viene allí la dominación portuguesa primero y brasileña después, que termina en 1825. A esa independencia de Brasil es que alude nuestra fecha patria máxima, pero al retornar al conjunto de las Provincias argentinas, con las que nos “unimos” nuevamente, nuestra soberanía vuelve a ser estrictamente provincial y ni siquiera con las salvedades y condicionamientos de las Instrucciones de 1813. Comienza entonces otra etapa histórica en que nuestro destino pudo tomar, como se ha dicho, variados cauces, pero que termina con que, luego de otro enfrentamiento militar, nuestros vecinos reconocen nuestra independencia total y así se establece en la Convención Preliminar de Paz, cuyas ratificaciones se hacen el 4 de octubre de 1828. 


Esa cuarta “independencia” es la que nos separa definitivamente de las Provincias Unidas y supone la instauración de un gobierno propio y de una asamblea constituyente que prepara la Constitución del país. Pensemos que ese parlamento se llamó Asamblea General y Representativa del Estado de Montevideo; o sea que aún no teníamos un nombre, salvo las apelaciones históricas, y que es recién en ese primer texto magno que nos
denominamos “República Oriental del Uruguay”, expresión elegida entre varias propuestas que entonces se hicieron."

El propio Eduardo Acevedo, en su alegato histórico, aún cuando -como es natural- exalta el valor de la declaratoria del 25 de agosto como liberación frente al Brasil, al señalar la unión a las provincias argentinas dice que “precisamente ahí, en las condiciones de la Incorporación, está la diferencia capital entre lo que quería el Jefe de los Orientales y lo que decretaba la Asamblea de la Florida. Artigas entendía, y con razón, que la unión incondicional era el sometimiento de los pueblos a la oligarquía que desde Buenos Aires regía los destinos del país entero”. Se trataba de un cambio fundamental: la “ reincorporación sin condiciones”. 


"Nuestros niños aprenden en la escuela el culto patrio celebrando esa fecha, pero generalmente se hunden en una curiosa perplejidad cuando los estudios secundarios les llevan a leer las tres leyes célebres, que les muestran ese día como un acto de independencia ante Brasil pero una reincorporación sin condiciones a lo que hoy es la Argentina. Cada profesor con que hablamos nos señala esa circunstancia. Aun para quienes
idolatran esa fecha, está claro que ni es el comienzo ni el final del proceso de independencia. 

Lo grave del tema es que el ciudadano en formación ya nace a la vida cívica con la sensación de un equívoco, de un error, de que lo que celebra, aún valioso, no deja de ser un error histórico, a partir de lo cual se instala en su mente una nota de incredulidad sobre el país mismo. ¿No habrá llegado, entonces, el momento, de replantearse el tema, asumir con madurez un debate al respecto y fijar una fecha nacional que nos una a todos y no sea materia de controversia?"


Fuente: 
"Un debate necesario"
Biblioteca Artigas.

Abandono del "Proyecto Artiguista".


Lo que me gusta de Gonzalo Abella es que no da vueltas para decir las cosas y habla claro, como debe ser:

"Artigas fue visto por sus contemporáneos desde muy diversos ángulos. Todos tomaron partido, de una manera u otra, en relación a su propuesta. Nadie quedó indiferente. Odios y amores lo acomañaron siempre.

Es muy importante la visión de sus contemporáneos porque después TANTO LOS DETRACTORES COMO ALGUNOS DE SUS SUPUESTOS DEFENSORES FALSIFICARON SU IMAGEN, SU PENSAMIENTO Y SU ACCION.

En realidad, los fundadores del Estado Oriental, los inventores de la Constitución de 1830, servidores de la política imperial británica y su engendro de mini-estado tapón, quisieron borrar a Artigas de la Historia.

Fue un mal comienzo para un país recién nacido. Claro que a pesar de eso y de los crímenes de Estado que aquí se cometieron (genocidio charrúa, complicidad en la agresión al Paraguay, dictaduras varias, discriminaciones y racismos diversos) nuestro pueblo escribió páginas muy hermosas y modeló poco a poco una identidad propia. Esta identidad se cimenta en valiosas tradiciones que son muy nuestras y se asocian a un modo de ser y de sentir, a una cultura peculiar y a una actitud libertaria. Pero el surgimiento del Estado Oriental fue una maniobra antiartiguista.

Todavía circula en el Uruguay un billete* de cinco pesos que demuestra que en los festejos de la Jura de la Constitución de 1830 no hay una sola bandera artiguista, ni un solo criollo en ropas rurales, ni un indígena, ni un afroamericano. En el cuadro al óleo, que el billete reproduce, ondea la bandera del Imperio Británico y la del Imperio de Brasil, junto a la argentina y la del nuevo Estado.

El 18 de Julio de 1830 los poderosos terratenientes y los embajadores imperiales tenían mucho que festejar. Se alegraban porque la nueva Constitución negaba los derechos democráticos de las mayorías, se alegraban porque Artigas estaba bien lejos y ya no volvería vivo, y porque los charrúas, memoria fiel de su proyecto multicultural, iban a ser exterminados.

Pero Artigas quedó tan hondamente grabado en el corazón de la gente que no se pudo borrar, ni se pudo mantener la llamada "leyenda negra" en su contra.

Los gobernantes uruguayos entonces, después de su muerte, comenzaron poco a poco a exaltarlo de palabra y ponerlo sobre un pedestal, pero falsificaron su pensamiento y su acción. Sepultaron algunas de sus expresiones más claras, ocultaron el sentido esencial de su programa y rodearon de un misterio impenetrable sus últimos treinta fecundos años en suelo paraguayo.

Los militares, desde Latorre y Santos, fueron los primeros en advertir que la imagen de Artigas era utilizable como Primer Soldado de un país joven que necesitaba tradiciones.

A pesar de esto hubo un sector del Partido Colorado, que se resistió por mucho tiempo a esta reivindicación porque todavía estaba muy vivo el recuerdo del enfrentamiento entre Artigas y el fundador de ese sector, Fructuoso Rivera. 


Este sector, como desgraciadamente hace la mayoría de las instituciones humanas, creyó menos en la fuerza de sus ideales, en el ejemplo de sus hombres y mujeres ilustres, que en el viejo método de falsificar los hechos históricos que lo comprometían. 

Todo estaba muy fresco aún en 1870. Por ejemplo, se recordaba pefectamente que el abandono por parte de Rivera de las posiciones independentistas, sus acuerdos secretos con Pueyrredón en 1817 y su posterior enfrentamiento a los patriotas habían culminado con la decisión expresa del propio Rivera, este contradictorio personaje, de asesinar a Artigas. Esta decisión fue tomada y documentada por escrito en 1820 cuando ya era pública la adhesión de Rivera a la invasión portuguesa. A este tema volveré después.

Reivindicar a Artigas, así pensaban algunos caudillos riveristas en tiempos de Latorre, hubiera sido levantar un índice acusador contra su líder. Debía dejarse correr el tiempo, suprimirse documentos, adulterar hechos (como pueden hacerlo los vencedores cuando escriben la historia de los derrotados). Mucho después, si el afecto por Artigas sobrevivía en la gente sencilla, podría empezar a fabricarse un culto oficial a su memoria."

Gonzalo Abella. "Artigas. El resplandor desconocido"


(* El billete al que alude Abella ya no está en circulación)

NUEVA SERIE: Fisuras de nuestra Historia.

2011. Año de Celebración del Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental.


El Martes 15 de Febrero de 2011 comienza el acto de apertura de un año de festejos. El país conmemorará el bicentenario de su proceso de independencia nacional y organización republicana, asoma más que nunca oportuno volver a reflexionar sobre algunos aspectos de la sociedad uruguaya y su relación con el pasado.


Se comenzará a recordar los 200 años de los grandes episodios que lo hicieron posible, desde el Grito de Asencio en 1811 hasta la Jura de la Primera Constitución en 1830.







"Ninguna nación, ningún Estado, puede imaginarse que toda su sociedad asumirá un relato histórico sin fisuras ni debates. La Argentina aún se divide pasionalmente entre los federalistas y los unitarios, Rosistas, Urquicistas y Mitristas y el fusilamiento de Dorrego permanece como un mojón divisorio en la visión del pasado. Ello no impide, sin embargo, que haya logrado en la figura de San Martín un héroe unificador y en la bandera instaurada por Belgrano un símbolo de unánime fuerza emocional."


Uruguay se encuentra en el mismo debate histórico. Tenemos la figura imponente de nuestro Prócer José Artigas como claro ejemplo de símbolo distintivo de Nación, pero también muchas discusiones sobre la conformación de nuestro Estado. Pienso poner un grano de arena a la discusión. Se que no ayudo en nada, pero por lo menos haré pensar al lector en los hechos que desembocaron en la creación del Estado llamado República Oriental del Uruguay.


Trataré en algunas entradas de mi Blog esas "fisuras" en nuestro discutido relato nacional (como habla Sanguinetti). Para mi son varias y son hechos bastante importantes para marcar el nacimiento de una Nación. Nuestra historia está lejos de tener un proceso histórico de limpia conciencia, y se verán reflejadas en las próximas consideraciones.


Tomemos un período histórico para poderlo estudiar: este período abarca desde 1811 (primeras batallas por la independencia) hasta los primeros años del siglo XX. No lo hago de manera deliberada sino porque creo que la presidencia del colorado Batlle y Ordoñez es la cumbre del modernismo no solo económico sino donde se dan las últimas guerras civiles a la antigua usanza, entre bandos políticos.


Si consideramos esos tiempos debemos de hablar de estos hechos que marcaron a fuego el proceso de independencia de la República:


Abandono del "Proyecto Artiguista".


Nación y Estado Oriental.


Genocidio de los Charruas.


"Las independencias" uruguayas, sus fechas.


Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya.(1)


Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya.(2)


Masacre en Paysandú.


Guerra contra el Paraguay. Matando hermanos.


El abrazo del Monzón.

Discusión en la radio. Lo que se gritó en Asencio.