sábado, 19 de febrero de 2011

Injerencia extranjera en la soberanía uruguaya.(1)

Lord Jhon Canning
El Primer Ministro Canning expuso en una frase, el nódulo de la política inglesa en el sur del continente americano: "He hecho surgir a la vida un Nuevo Mundo para restablecer el equilibrio del Antiguo". El fin de la guerra entre Brasil y las Provincias Unidas, con el surgimiento de la República Oriental del Uruguay, es un triunfo de la política británica del "equilibrio de poderes".

Y concretando las formas de esta política: "La política exterior británica se esforzó sagazmente por impedir que surgiera al otro lado del canal y de la zona angosta del Mar del Norte otro poder naval o potencia dominante ... manteniendo y amparando la existencia de 'estados cojines' tales como Austria, Bélgica y Holanda". La concertación de la Convención Preliminar de Paz de 1828, que dio nacimiento a nuestra República, fracturando una vez mas el viejo contexto geográfico-histórico de la cuenca rioplatense, es el fruto de distintos factores. Entre ellos, cuentan el deseo ferviente de los orientales por emprender en paz, la reconstrucción de su comunidad, su hastío por las alternativas interminables de la política bonaerense, una mayor consolidación de la orientalidad como consecuencia de la larga lucha por la independencia, etc.

Pero ninguno de ellos puede oscurecer el hecho decisivo de que Inglaterra aplico en el Río de la Plata su vieja y probada política de poderes, asentada en la pieza maestra de un Estado tapón o cojín. Así como tampoco puede negarse, que ello significó una derrota contundente y estrepitosa para la concepción federal de José Artigas.


Convención Preliminar de Paz. 4 de Octubre de 1828. Art. 1°) "Su Majestad el Emperador del Brasil declara a la provincia de Montevideo, llamada hoy Cisplatina, separada del territorio del Imperio del Brasil para que pueda constituirse en Estado libre e independiente de toda y cualquier nacion..."

León Pomer dice lo siguiente:

Digamos que para el Brasil —como para algunos circulos argentinos — esa independencia era provisoria. Ya en 1830 el señor Miguel Calmon Du Pin e Almeida, ministro de Negocios Extranjeros del Emperador, instruira al marques de Santo Amaro en los siguientes terminos: "En cuanto al nuevo Estado oriental, o a la provincia Cisplatina, que no hace parte del territorio argentino, que estuvo incorporada al Brasil y que no puede existir independiente de otro Estado, V. E. tratara oportunamente y con franqueza de probar la necesidad de incorporarlo otra vez al Imperio. Es el unico lado vulnerable del Brasil" (...)

Tras distintas alternativas llegamos al 25 de diciembre de 1850 en que Brasil y Paraguay firman un tratado en cuyo articulo 14 se lee: ambos paises "coadyuvaran a mantener la independencia de la Banda Oriental del Uruguay". A partir de ese momento, al pais guarani no podia serle indiferente lo que pasara en la tierra charrua, supuesto que al margen de los tratados no existieran otra razones —que las habia, y muy poderosas— para impedir que el Brasil llegara a controlar el acceso al rio Parana y por este al rio Paraguay.

Años mas tarde, el 2 de enero de 1859, firmanse en Rio tratados entre el Imperio, la Confederacion Argentina y el Estado Oriental, por los cuales queda sancionado que este ultimo sera "Estado absoluta y perpetuamente neutral entre el Imperio del Brasil y la Confederacion Argentina", en tanto que los otros dos convienen en prometer que en sus respectivos territorios no se admitiran trabajos subversivos
contra la nacionalidad oriental".


En suma, que el Uruguay es reconocido como Estado independiente, condicion esta que garantizan Brasil, Argentina y Paraguay, y por añadidura proclamase neutral en las disputas que pudieran sostener sus dos poderosos vecinos, quienes prometense impedir trabajos susceptibles de comprometer la nacionalidad y la independencia uruguaya.

Entre tanto, el gobierno del señor Suarez instruye a su enviado ante la corte del Brasil, Andres Lamas, para que gestione el apoyo del poderoso vecino en la lucha contra Oribe-Rosas. Lamas queda autorizado —lo dicen las instrucciones que se le envian— para celebrar un tratado de limites "sobre una base altamente provechosa para el Imperio". ¡Asombroso! Alguna vez negociador alguno en su sano juicio fue a entregar a sabiendas, tajadas de la. soberanía y el territorio nacional, como esa vez Andres Lamas por indicacion del gobierno que decia defender la causa de la civilizacion contra la barbarie? 

Por lo demas, para quebrar cualquier duda o eventual suspicacia de los diplomaticos del Imperio, el señor Suarez instruye a su representante en el Janeiro, sobre: "Que la Republica no hara coalicion con los otros Estados que como ella derivan su derecho del tratado de 1777, para el arreglo de sus limites con el Brasil; que se tratara esa cuestion por los dos Estados linicamente y que en caso de discordia la someteran a la discusion de un tercero amigo y electo por ambos". Comenta Eduardo Acevedo: "Tal era la base de la alianza; una formidable tarascada al territorio uruguayo, debiendo encontrarse solos, absolutamente solos en el debate, la ílctima y el victimario"153.

Los tratados que firmo Lamas fueron los siguientes:

1) Tratado de prestamos, pactado el 12-10-1851 por el cual Brasil se obligaba a entregar al gobierno oriental 60 mil patacones mensuales desde el 1° de noviembre en adelante, aparte de 130.000 pesos que prestaba por una unica vez. El interes seria del 6% anual y el Uruguay reconociase al mismo tiempo deudor de 288.791 pesos de prestamos anteriores, sobre los que pagaria igualmente el 6% de interes anual. Las rentas totales del Estado Oriental quedaban afectadas como garantia al pago del emprestito brasileno154.

2) Tratado de Comercio, por el cual Brasil logro que por 10 anos los ganados uruguayos que se introdujeran por via terrestre en su territorio (concretamente: en Rio Grande do Sul) lo hicieran sin pagar derecho alguno en las aduanas uruguayas. Con lo cual se privaba a los saladeros uruguayos de elaborar charques, producto exportable, y se proveia de materia prima a sus iguales de Rio Grande.

3) Tratado de Extradicion, por el cual el "civilizado" gobierno uruguayo convertiase en carcelero de los esclavos que huian del Imperio para hallar la libertad en la tierra uruguaya. Los mismos amos de los huidos y sus capataces quedaban autorizados para hacer directamente las gestiones pertinentes ante las autoridades orientales155.

4) Tratado de limites, que venia a coronar las usurpaciones anteriores ejercidas por el Brasil contra el territorio oriental. Juan Carlos Gomez anota que el Imperio "por medios ilegitimos y nulos nos arrebato en 1816 (. ..) un area de 2.920 leguas. Luego de la incorporacion nos arrebato (.. .) otras 1.400 leguas maritimas. Los tratados de 1851, sancionando esas diversas usurpaciones (...) dieron a nuestro territorio un mordisco de 280 leguas marítimas". 


Joaquin Suarez. Presidente Oriental.
Carcano dice que el protectorado brasileno sobre el Uruguay "es sostenido con ardor y con talento por su propio plenipotenciario Lamas, a quien el mismo Brasil impuso como representante del gobierno oriental en San Cristobal". Para el señor Carcano, es posible desplegar talento incluso en la faena de hipotecar la soberania de la patria. Pero aqui nos interesa la vocacion del señor Lamas y sus mandantes: los jefes de la defensa de Montevideo.

Y a todo lo ya apuntado debe agregarse que por ellos Brasil se constituye en el guardian de "la paz interior y de los habitos constitucionales" del Uruguay. Este —su gobierno titere— puede llamar a las tropas brasilenas para asegurar a los ciudadanos que habitan el suelo oriental el pleno goce de las garantías que les otorga la Constitución.¡Brasil se asegura el derecho a intervenir cuando le venga en gana! Y para colmo de numillaciones, el Uruguay le reconoce el derecho a fiscalizar la liquidacion de la deuda que acaba de contraer y las que ha reconocido como gastos ocasionados durante la defensa contra el sitio de Oribe. En una palabra: a los uruguayos apenas si les han dejado el nombre.



Andres Lamas. Diplomático ante Río de Janeiro.


Fuentes:
Las Montoneras y El Imperio BritánicoVivian Trías - Montevideo - 1954
León pomer- La guerra del Paraguay. Estado Política y negocios. Buenos Aires 1885.

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